El nombre de la canción se llama «Ojos de abadejo».
—Así que ése es el nombre de la canción —dijo Alicia, aparentando interés.
—No, no. No lo entiendes —dijo el Caballero, un tanto decepcionado—. Así es como se llama el nombre. En realidad, el nombre es «Un señor muy muy viejales».
—O sea, que yo debería haber dicho: «Así es como se llama la canción» —se corrigió Alicia.
—No, no deberías; ¡eso es una cosa muy distinta! La canción se llama «Medios y maneras». ¡Pero así es sólo como se llama!
—Muy bien. ¿Cuál es la canción, entonces? —dijo Alicia, ya del todo desquiciada.
—A eso iba —dijo el Caballero—. La canción es, concretamente, «Sentado en una tapia», y la melodía es un invento propio.