Desde esta perspectiva, el proyecto sionista de asentamiento en el siglo XIX no sería diferente de procesos semejantes de colonizaciones blancas de asentamiento en las dos Américas, Australia y Sudáfrica. Como todas estas comparaciones, no es algo indiscutible. El sionismo tenía un apego peculiar y único hacia Palestina antes de asentarse allí y, sin embargo, es su percepción de la población indígena del nuevo lugar y, especialmente, su comportamiento hacia ella, lo que encaja perfectamente en el paradigma de este caso.