—No estoy cansado, Nathan. No voy a cansarme de nada que me permita tenerte, ni en esta vida ni en las siguientes, porque pienso encontrarte en todas ellas, ¿lo entiendes? Seremos celestes juntos, e incluso cuando haya olvidado toda mi vida mortal, estoy seguro de que mi alma reconocerá la tuya. O, si todo lo que hemos hecho es demasiado imperdonable, si Destino nos niega la eternidad en su Corte, mi espíritu buscará al tuyo durante todas las reencarnaciones que sean necesarias, hasta que podamos estar juntos, hasta que podamos tener otra oportunidad.
Lloro