Ecuación irresoluble en unos tiempos en los que a todos nos cuesta tanto ser pacientes y tolerar los errores del otro. Por eso preferimos el sexo rápido de marca blanca y el amor Cosmopolitan de boquilla, la acumulación de cuerpos en un tiempo limitado a la exploración y experimentación de uno solo. Basta con saber apretar los botones adecuados a base de ensayo y error en ese infinito catálogo humano que brinda internet hasta llegar al bonus, a ese momento de flipe infinito, de penetrazzione deliziosa, de destrucción, en definitiva.