Elisabeth Sheff

La otra cara de los celos es tan poco conocida que el poliamor tuvo que inventar una palabra para ello: «compersión», o esa cálida sensación de felicidad que se siente cuando una de las personas con quien tenemos una relación es feliz en su relación con otra persona.

Las personas poliamorosas con experiencia intentan concentrarse en las emociones que están detrás de los celos: a menudo, inseguridad o miedo a la pérdida.

se terminó de imprimir en Madrid el 15 de febrero de 2019, 455 años después del nacimiento de Galileo Galilei, quien descubrió que las esferas del espacio no son perfectas ni sus movimientos regulares.

. En las relaciones poliamorosas, todo el mundo (en teoría) sabe de la existencia de los otros miembros de la relación. Las relaciones se negocian con acuerdos para manejar cuestiones como los horarios y el sexo seguro.

Si definimos una relación exitosa como la que cubre las necesidades de las personas involucradas y que es flexible cuando es necesario que cambie, entonces el poliamor funciona bien para algunas personas. Esas personas tienden a superar sus conflictos aceptando los cambios en la vida como elementos clave que ayudan a que sus familias funcionen. Si sus relaciones cambian de forma con el tiempo, no significa que hayan fracasado o que estén rotas en algún sentido, solo que sus necesidades y personalidades han evolucionado.

Otra ventaja del poliamor es la libertad de ser, pensar y actuar de forma auténtica. Las personas poliamorosas le dedican mucho tiempo a pensar qué quieren realmente, y crean relaciones deliberadamente fuera de las normas sociales. Por lo que para algunas personas, el poliamor puede ser un curso intensivo de autoconocimiento y crecimiento personal. La conexión entre libertad y honestidad permite

a las personas poliamorosas desarrollar una profunda intimidad emocional entre sí. Y las que tienen criaturas tienden a ser muy honestas cuando se comunican con ellas. Sienten que esa honestidad crea una mayor intimidad y confianza entre todos los miembros de la familia.

La cultura mayoritaria occidental está repleta de celos. Las imágenes populares de relaciones románticas muestran los celos como símbolo del amor verdadero; porque le debes de importar mucho a alguien si siente celos, ¿verdad? La otra cara de los celos es tan poco conocida que el poliamor tuvo que inventar una palabra para ello: «compersión», o esa cálida sensación de felicidad que se siente cuando una de las personas con quien tenemos una relación es feliz en su relación con otra persona.

Perder los papeles y querer controlar la situación. A menudo, especialmente cuando se comienza a explorar el poliamor, quienes sienten celos, se enfadan mucho y los sienten como una amenaza. Esa sensación de amenaza puede hacer que la persona que siente celos quiera controlar al resto, creando normas que limitan cómo pueden interactuar sus relaciones con terceras personas. De todos modos, las normas rara vez funcionan, la estrategia más eficaz es hablar sobre esos sentimientos de celos.

Discusión y comunicación. Hablar abiertamente de los celos puede ayudar a desactivar esas emociones. Los otros miembros de la relación pueden responder a quien siente celos diciéndole y mostrándole que se le quiere mucho. Las personas poliamorosas con experiencia intentan concentrarse en las emociones que están detrás de los celos: a menudo, inseguridad o miedo a la pérdida. Enfrentándose a esos miedos, pueden enfrentarse directamente a esos problemas, en lugar de que provoquen esos efectos de forma indirecta.