Al leer esto, resulta fácil olvidar que Google recibió dinero de la Asociación Nacional de Seguridad por su papel en el programa PRISM. Si el presidente de Google deseaba que se iniciase un sólido debate de forma «más responsable», cabe preguntarse por qué no lo inició él mismo cuando aquel día del verano de 2011 le pedí que aportase pruebas de lo que estaba ocurriendo. Eso sí que hubiese sido una buena Idea de Google