síntesis, entre 1980 y 1990, el PIB por habitante disminuyó y aumentaron tanto la pobreza como la indigencia. Stallings (2014, p. 75) presenta cifras aún más dramáticas: el PIB por habitante disminuyó en un 3,1% y la pobreza aumentó del 40,5 al 48,3%. Menor crecimiento económico, inflación y aumento de la pobreza fueron algunos de los rasgos de la década perdida.