Federico Gamboa

  • Emanuel Pérezhas quoted2 days ago
    reconociendo para sus adentros de hembra vulgar y práctica, una víctima más en aquella muchacha quejosa e iracunda, a la que sin duda debía doler espantosamente algún reciente abandono.
  • Emanuel Pérezhas quoted2 days ago
    . ¡La eterna y cruel historia de los sexos en su alternativo e inevitable acercamiento y alejamiento, que se aproximan con el beso, la caricia y la promesa, para separarse, a poco, con la ingratitud, el despecho y el llanto…!
  • Emanuel Pérezhas quoted2 days ago
    Te sientes sana, con pocos años, con una herida allá en tu alma, y no te conformas; quieres también que tu cuerpo la pague… pues menudo que es el desengaño, hija; el cuerpo se nos cansa y se nos enferma… huirán de ti y te pondrás como yo, hecha una lástima, mira…
  • Debora Salamancahas quotedlast year
    Santa es una virgen mancillada, seducida y abandonada por el alférez.
  • Debora Salamancahas quotedlast year
    El mal triunfa sobre el bien durante gran parte del espacio de la novela, pero se invierte al final, pues con el continuo y profundo sufrimiento físico y moral en el descenso de su degradación, Santa terminará expiando sus pecados en el ámbito religioso: el sufrimiento es bueno para el alma. La moral propia del melodrama pide que se restablezca el orden al término del texto para que el lector duerma consolado.
  • Debora Salamancahas quotedlast year
    El pianista es ciego, feo hasta la repulsión; fue abandonado por la madre, y se enamora de una prostituta que no le corresponde; en otras palabras, parecería ser digno de compasión.
  • Debora Salamancahas quotedlast year
    La historia de Santa es la versión porfiriana y santurrona de lo que les puede suceder a las chicas que aceptan los asedios y las presiones de los seductores antes del matrimonio.
  • Itzelhas quoted2 years ago
    No lo digas a nadie —se burlarían y se horrorizarían de mí—, pero ¡imagínate!, en la Inspección de Sanidad, fui un número; en el prostíbulo, un trasto de alquiler; en la calle, un animal rabioso, al que cualquiera perseguía; y en todas partes, una desgraciada.
  • Itzelhas quoted2 years ago
    Cuando reí, me riñeron; cuando lloré, no creyeron en mis lágrimas; y cuando amé ¡las dos únicas veces que amé!, me aterrorizaron en la una y me vilipendiaron en la otra. Cuando cansada de padecer, me rebelé, me encarcelaron; cuando enfermé, no se dolieron de mí, y ni en la muerte hallé descanso: unos señores médicos despedazaron mi cuerpo, sin aliviarlo, mi pobre cuerpo magullado y marchito por la concupiscencia bestial de toda una metrópoli viciosa…
  • Itzelhas quoted2 years ago
    se asió la falda de seda y se adelantó a la salida, guiada por un deseo meramente animal e irreflexivo de correr y correr hasta donde el aliento le alcanzara, y hasta donde, en cambio, el daño que se le antojaba inminente no pudiera alcanzarla
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)