«Libertad para los prepucios». ¡Ja, ja, ja! El mío sigue ahí. A mis viejos les daba lo mismo y mi hermano y yo conservamos nuestros pitos de babtus. Así que si estoy follando con una magrebí intento que no lo vea o le doy alguna explicación médica; si no, me rallan y ponen cara de asco. Racismo sexual.