Biblioteca Nacional de España

¡Qué poco se requiere en el mundo para ser feliz, y sin embargo, qué pocos lo son!

El mundo es curioso, y mucho más curioso el mundo de México, donde las cosas más graves y más serias pasan al estado de chanza a la hora menos pensada, y donde los más eminentes peligros, sin fanfarronada ni quijotismo, se ven con indiferencia

El único temor del asesino es el infierno: desde el momento que el infierno quede suprimido, seremos asesinados sin remedio, porque de los jueces no hay que esperar, nunca encuentran pruebas».

Es necesario hablar la verdad y obrar con toda franqueza y sin perder el tiempo.

Contento no, pero desengañado sí.

Mira esa casa, esa puerta, esa escalera! Ah! tiemblo antes de verlo...
También cuando vamos á comernos un limon sentimos un gusto ácido antes de cortarlo.

Así es que goza de una de las más hermosas vistas que se pueden imaginar. Pero la más hermosa vista nos fatiga pronto cuando se mira demasiado á menudo; los ojos se habitúan y ya no se hace caso.

Algunos minutos bastaron para hacer extraños á dos viejos compañeros de quince años. ¡Oh, triste, triste сondicion de la humanidad, no poder jamás encontrar un sólo objeto estable sobre el cual cifrar el menor de sus afectos.

—¿Cómo podré,—le dijo,—dejar de poner toda mi confianza en Dios? No le he rogado más que un instante á la orilla del rio, y si mi ropa no ha venido sola, al menos yo no la he traído, sino un incrédulo. El milagro, pues, se ha verificado y no pido más á la providencia.

Podria comenzar el elogio de mi viaje por decir que no me ha costado nada; este artículo merece atención.