Editorial Nudista

ella dibuja un corazón sobre el vapor del parabrisas. Es una luna que va a salir cada vez que el auto se empañe

Él tampoco es el mejor padre del mundo; es el tipo de padre que intenta recordar el cumpleaños de su hija por la cantidad de abrigo con que llegaron al sanatorio el día del parto.

Día a día, el hombre pierde la fe en sí mismo. Ya no mira a sus interlocutores a los ojos, su espalda se encorva, su elocuencia queda sepultada bajo un murmullo errático, de frases inconclusas.

Yo intentaba leer un libro, estaba en la frase: “…y siempre quedaba el recurso de marcharse”; y me encantaba esa frase y me encantaba todo lo que venía después

Tamara y yo nos sentamos en su sala a tomar

Tamara, cuando nota mi interés desmedido por su vecindario, me desanima: dice que a la noche cambia el panorama, cambian los personajes, se banaliza la escena

Cada tanto voy a visitar a Tamara; ella fuma y habla de lo de siempre: su divorcio

viejo ya no le dolía nada, quizá le ardían los ojos desteñidos con los que miraba la ventana.

Su capacidad de adaptación les ha permitido conquistar un sinnúmero de climas.

Su fragancia va desde aromas dulces y delicados, hasta el hedor repulsivo