«Escuché... el Oratorio de Bach, La Pasión según San Mateo», le explicó Frank al estadounidense. «Cuando oí la voz de Cristo, algo pareció decirme: “¿Qué? ¿Afrontar al enemigo con un falso rostro? ¡No puedes ocultarle la verdad a Dios!” No, la verdad debe salir, de una vez por todas.»