Una vez oyó una pregunta que la hizo reflexionar: «Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie para oírlo, ¿hace algún ruido?». Siempre le había parecido absurda. Claro que sí. No se había parado a pensar que, si un árbol cae en un bosque lleno de gente y todos aseguran que no han oído nada, sería como si no hubiera pasado. Como si no hubiera hecho ruido.