Así, la promoción del personal depende de su relación con el dueño, más que de su eficiencia operativa.
Con frecuencia, en estas empresas los puestos importantes tienden a ser cubiertos con familiares —que no siempre tienen capacidad para ejercerlos eficientemente—, y tienden a conservar personal antiguo, cuyo mérito principal es haber trabajado con el fundador en los inicios del negocio, pero que pueden estar rebasados por los requerimientos que les exige la nueva dimensión de la empresa