El saber acerca de esta aparente pérdida de nocividad del virus es un dato que se debe tener presente cuando, “en caliente”, un joven afronta la trama de riesgos y apuestas asociadas a determinada relación sexual. Los medios de comunicación se han encargado de difundir esta novedad en la trayectoria del virus como proceso biológico, lo que puede presentarse como un distractor o un aliciente para que se disminuya la prevención (Doyle et al., 2014).