Fue una época dorada para las mujeres que se atrevían a viajar, y en las librerías se amontonaban los diarios de viajes de Rebecca West, Emily Hahn, Olivia Manning, Gertrude Bell, Jane Bowles, Freya Stark, Dorothy Carrington y Alexandra David-Neel, cuyas historias eran algo más que lo que entendemos como «libros de viajes».