A.E. Quintero

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Quotes

Rafael Ramoshas quoted3 months ago
Él no lo sabe todavía,
pero ese hombre
será privado de lo que ven sus ojos.
Cuando llegue al estacionamiento de su casa
y la luz parezca un hecho seguro, una comunidad conocida,
su poder de decisión y su cuerpo,
y los rincones donde vaga el alma –a distancia
como siempre vaga el alma–
serán vidrio y jaula, y pólvora desde la lengua.
Desde el pecho hacia la noche.
No lo sabe aún.
Pero van a cambiar de sitio
las cosas cercanas. Dejarán de esperarlo sus muebles.
Se quitarán de la ventana
el gato y la tarde, que siempre intercambian ojos
y hablan claridades esperadas.
Las cosas simples.
Las prácticas ordinarias. Como abrir la puerta.
Como besar unos labios pintados.
Como echar raíces azules en la cama.
O quitarse la fruta seca del día que concluye.
Y no lo sabe aún.
Pero al llegar al estacionamiento de su casa
ese hombre
será secuestrado.
Rafael Ramoshas quoted3 months ago
¿Qué hubiera podido hacer la higuera?
¿Cambiar de mes?
¿Tener fe y afrutarse toda
con fe?
¿Moverse del camino para que no la mires?
¿Decirle a sus raíces: sean un par de pies,
y salir corriendo sobre las charcas?
¿O casarse con un higuero
y tener 2 higos?
Tal vez ser más práctica
y entender
que no puede ser diferente a otras higueras,
que no puede,
que la vida es un acto de hambre, una comunidad
de hojas iguales, con hambre.
Y que la indefensión inicia con la palabra naturaleza,
en el cuerpo, donde siempre principia la conducta.
O quizá decir: háganse los higos
y dártelos
como una madre joven da en adopción
su primer amor
y su confiada adolescencia.
Pero ¿qué podía hacer la higuera
si no secarse?
Rafael Ramoshas quoted3 months ago
No sé si porque te amo
adivino lo que no me dices, o sólo me lo invento.
Pero pienso que el dolor
reconoce a los de su propia especie,
a los seres que le son comunes. Los que llevan
el mismo fruto adentro de los ojos.
El dolor,
ese territorio heredado.
El peor de todos los sitios invisibles,
de los espacios inundados.
Y el desamparo, esa otra resignación.
Esa otra
manera de ver el mundo, de caber.
Sólo adivino.
Pero es que en ocasiones lavar un plato,
acomodar un cojín,
o dar de vueltas con un plumero en la mano
pueden ser maneras distintas de llorar,
de irse y de llorar.

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Yalid Vargasshared an impression2 years ago
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