Yasunari Kawabata

Fuera de esto, no puedo recordar nada. Las enfermeras lo elogiaron diciendo que era adorable, con una piel tan delicada.

Fuera de esto, no puedo recordar nada. Las enfermeras lo elogiaron diciendo que era adorable, con una piel tan delicada.

Fuera de esto, no puedo recordar nada. Las enfermeras lo elogiaron diciendo que era adorable, con una piel tan delicada.

Fuera de esto, no puedo recordar nada. Las enfermeras lo elogiaron diciendo que era adorable, con una piel tan delicada.

esposa tiene la misma levedad de verano que un ramo de lilas. Y entonces, una vez más, un violento trueno estalla como si el propio verano quisiera aniquilarse.

Supongo que en una mujer, hasta el odio es una forma del amor —prosiguió Keiko

«Eres más de lo que merezco. Es un amor que yo nunca soñé encontrar. Vale la pena morir por una dicha como ésta…

Algo estaría esperándome dentro de la habitación, donde vivía solo, pero ¿acaso la soledad no es también una presencia?