Desde ese momento, en efecto, cuanto siniestro marítimo no tuviera causa determinada se cargó a cuenta del monstruo. Al fabuloso animal se le atribuyó la responsabilidad de todos los naufragios, cuyo número resulta, desdichadamente, considerable, ya que tres mil navíos que desaparecen cada año, según las estadísticas de la agencia Veritas, los buques de vapor o de vela dados por perdidos con su carga y pasaje por carencia de noticias, no bajan de doscientos