Don Vicente Guimerá

  • Michelle Machas quoted2 years ago
    -Sí, dije, es un triste oficio, ¡y no sirve más que para la satisfacción de algunos caprichos de la moda! Pero, dígame, capitán, ¿qué cantidad de ostras puede pescar una barca en una jornada?

    -Alrededor de cuarenta o cincuenta mil. Se dice que en 1814 el gobierno inglés, dedicado a la pesca por su propia cuenta, obtuvo que sus buceadores en veinte días de trabajo extrajeran setenta y seis millones de ostras.

    -¿Por lo menos, pregunté, los buceadores serán suficientemente retribuidos?

    -Apenas, señor profesor. En Panamá no ganan más que un dólar por semana. Frecuentemente perciben un centavo por cada ostra que contenga una perla, ¡y son tantas las que no las tienen!

    -¡Un centavo para estas pobres gentes que enriquecen a sus patronos! ¡Es cosa indignante!
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    El capitán Nemo me indicó con la mano este amontonamiento prodigioso de ostras, y comprendí que la mina era verdaderamente inagotable, pues la fuerza creadora de la naturaleza triunfa del instinto destructor del hombre.
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    -¡Ese hindú, señor profesor, es un habitante del país de los oprimidos, y yo pertenezco a él todavía y, hasta mi último suspiro perteneceré al mismo país!
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    Aquí el capitán Nemo venía sin duda a recoger, según sus necesidades, los millones que servían de lastre al Nautilus. Para él, sólo para él, América había entregado sus metales preciosos. ¡Era el heredero directo y único de todos estos tesoros arrancados a los aztecas, a los vencidos de Hernán Cortés!
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    -¿Cómo así, Consejo?
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    En la parte superior de la cabeza desmesurada y en grandes cavidades que separan unos cartílagos, se encuentran trescientos o cuatrocientos kilos del valioso aceite llamado "esperma de ballena".
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    La existencia de esa tierra parecía confirmar las hipótesis de Maury. El ingenioso norteamericano notó, en efecto, que entre el polo sur y el sexagésimo paralelo, el mar se halla cubierto de hielos flotantes, sumamente grandes, que no se ven jamás en el Atlántico norte. De ello sacó en conclusión que el círculo antártico encierra porciones considerables de tierra, ya que los icebergs no se forman en pleno mar, sino sólo en las costas. Según sus cálculos, la masa de hielo que cubre el polo austral constituye un amplio casquete cuya anchura debe de alcanzar a unos cuatro mil kilómetros.
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    -Por fin, los naturalistas de la antigüedad citan monstruos cuya boca semejaba un golfo y que eran tan enormes que no podían pasar por el estrecho de Gibraltar.
  • Michelle Machas quoted2 years ago
    Como usted, soy hombre que gusta del vivir ignorado, oscuro, con sólo la frágil esperanza de legar un día a la posteridad el resultado de mis trabajos, aunque fuere por conducto de un aparatito hipotético confiado a la merced de las olas y de los vientos.
  • Mar Xdhas quoted2 years ago
    Ni Cuvier, ni Lacépède, ni el señor Dumeril, ni el señor de Quatrefages hubieran admitido la existencia de tal monstruo, a menos de haberlo visto de manera indubitable con sus propios ojos de sabios.
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