Ahora bien, esas condiciones sin las cuales no habría conocimiento, ¿cómo las tenemos nosotros? Podría decirse: es que esas categorías, que son las condiciones de todo conocimiento, nos vienen de las cosas, son las cosas las que nos han regalado las categorías, las que nos dan las categorías. Pero eso es imposible; porque si las cosas, o sea, las impresiones sensibles, fueran las que estuviesen encargadas de darnos las categorías, nos quedaríamos sin categorías; porque las cosas no nos envían ni la unidad, ni la pluralidad, ni la totalidad, ni la causa. Lo que nos envían son impresiones.