"me gustas". También nos gusta todo lo que deseamos, y deseamos aquello que nos gusta. Pero este verbo, gustar, evade de responsabilidades a quien lo emplea, porque la palabra se relaciona con todo lo hermoso que tenemos al alcance de nuestros sentidos sin que por ese acto adquiramos una responsabilidad para con ello ni necesitemos hacerlo propio.