es

Bernardo Zannoni

  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    El espantoso descubrimiento de la muerte me había quitado el sueño y estaba apático, sumido en una silenciosa desesperación. Todo lo que veía me dolía, todo lo que sentía se alejaba en un odioso eco; mi relación con la vida había desaparecido tras la conciencia del final.
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Hasta entonces nunca le había buscado a la vida un sentido más profundo, que fuera más allá de su instinto.
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Muchos pasajes de aquel libro me contaban historias lejanas y poco interesantes que me confundían las ideas
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Yo solo podía ser lo que era, porque Dios lo quería así.
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Me enfadé con Dios, porque no podía hacer otra cosa. Quizá si no lo hubiera conocido no me habría lamentado tanto y habría aceptado todo según venía, como un auténtico animal. Pero sabiendo de quién era el mundo, me veía obligado a tener un enemigo, era algo instintivo.
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Toda mi rabia se había desvanecido junto con mi abatimiento. Mi viaje se había convertido en un recuerdo ligero, una historia terrible pero antigua. Agarrando los papeles con la pata, advertí su peso, había cambiado para siempre. Había atrapado mi prisión en el papel.

    Era de nuevo libre,
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Aquel fue el momento en que lo encontré más cerca de Dios: el mismo momento en que yo no podía estar más distante
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Soy el hijo de Dios, nacido zorro de Celine, por su voluntad.» Venga, escribe
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Cambiaba tantas cosas. Insinuaba a Dios siempre que podía. La mayoría de sus hazañas y de sus aventuras se transformaban en misiones en nombre de la única verdad. Cada asesinato o robo o fechoría era una búsqueda de la luz
  • Ivan Pizañahas quoted2 years ago
    Conseguí detener ese ímpetu en mi garganta y reprimirlo con una sacudida. Bajé la mirada. Una profunda tristeza me abatió. Ya no me sentía un animal. Había cambiado mis instintos por dudas y preguntas, por ejercitar la razón, por falsificar mi naturaleza.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)