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Joris-Karl Huysmans

  • Alanhas quoted5 days ago
    Necesitaba un empleo sin más tardanza para poder aliviar el pesado fardo que soportaba su madre.
  • Alanhas quoted5 days ago
    Se relacionó con algunos compañeros, se hizo amigo suyo; con el tiempo unos se fueron de París y otros se casaron. No se sintió capaz de trabar nuevas relaciones y, poco a poco, se abandonó y acabó viviendo solo.
    «Hay
  • Alanhas quoted5 days ago
    su apetito carnal le permitía aceptar las escorias del amor.
  • Alanhas quoted5 days ago
    Tampoco en este aspecto sus ilusiones habían durado mucho. Tras haber creído que, con buena conducta y aplicación, llegaría a puestos superiores, pronto pudo comprobar que las recomendaciones lo eran todo; a los empleados de provincias los protegían sus diputados, y siempre conseguían medrar. Él había nacido en París, no tenía ningún personaje que lo ayudara y se quedó en simple escribiente, así que copió y volvió a copiar, año tras año, montones de expedientes, trazó innumerables líneas de sumas totales, hizo pilas de estadillos, repitió miles de veces las fórmulas de saludo de los oficios; en este juego, su celo se fue enfriando y, ahora, sin esperar ya ninguna gratificación ni ascenso alguno, era poco diligente y nada entregado.

    Renuncia silenciosa

  • Alanhas quoted5 days ago
    AL SR. Folantin no se le disipó la tristeza, ni al día siguiente, ni al otro; se dejaba ir a la deriva, incapaz de reaccionar contra aquella melancolía que lo agobiaba. Iba al trabajo mecánicamente, bajo un cielo lluvioso; salía; comía y se acostaba a las nueve para volver a empezar al día siguiente una vida parecida; poco a poco, se iba deslizando en un completo aturdimiento
  • Alanhas quoted5 days ago
    Todos sus recuerdos se circunscribían a aquel viejo y tranquilo rincón de la ciudad, que empezaban a desfigurar los grandes derribos para hacer nuevas calles, fúnebres bulevares, abrasadores en verano y heladores en invierno; tétricas avenidas que habían americanizado el aspecto del barrio y destruido para siempre su atmósfera íntima, sin haberle aportado a cambio ninguna ventaja de comodidad, de alegría, de vida.

    Aquí está las destrucción de la vida

  • Alanhas quoted5 days ago
    Sus relaciones se habían limitado a eso. Una vez en la calle, se daban un apretón de manos y se iban cada uno por su lado y, sin embargo, la ausencia de este correligionario había apenado al Sr. Folantin.
  • Alanhas quoted5 days ago
    Durante el primer acto, el Sr. Folantin tuvo una sensación extraña, aquella serie de canciones para espineta le recordaba el organillo que había en una tienda de vinos adonde iba de vez en cuando. Cuando los obreros hacían girar la manivela, sonaba una cascada de canciones pasadas de moda, algo muy lento y muy suave, donde, de vez en cuando, sobresalía alguna nota clara y aguda en medio del repiqueteo mecánico de los estribillos.
  • Alanhas quoted5 days ago
    Seguramente eran personas sin familia, sin amistades, que buscaban sitios un poco sombríos para despachar en silencio aquella tarea; y el Sr. Folantin se encontraba a gusto en aquel mundo de desheredados, de personas discretas y educadas que, sin duda, habían conocido tiempos mejores y veladas más plenas. Conocía a casi todos de vista y sentía simpatía por aquellos transeúntes que vacilaban al elegir un plato de la carta, que desmenuzaban el pan y apenas bebían, que arrastraban, juntamente con la ruina de sus estómagos, la dolorosa fatiga de unas existencias sin objeto ni esperanza.
  • Alanhas quoted5 days ago
    La comida no era mejor que la de la orilla izquierda y el servicio era altanero y despectivo. El Sr. Folantin se aplicó la lección y, desde entonces, se quedó en su barrio, firmemente decidido a no volver a salir de él.

    Se resignó

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