Patrick Bet-David

Cuando una persona aprende a pensar en las próximas cinco jugadas, puede parecer que es capaz de leer las mentes.

«Si quieres llegar a la cima, siempre existe el riesgo de que te aísles del resto de la gente».

Lo mismo es aplicable a la crianza de los hijos. Nos hace sentir muy bien darles a los niños lo que piden, ya sean dulces, un iPad o permiso para saltarse la clase de piano. Sonríen y te dicen cuánto te quieren. Ya sabes que la alternativa (no dárselo) implica una gran rabieta en la que nos arrojarán veneno y odio, lo cual nos hará sentir muy mal. Como es manifiesto, hay una opción que es claramente la más fácil, mientras que la otra, que implica contemplar cinco jugadas, es la más efectiva. Ocurre lo mismo con la mayoría de las decisiones del ámbito empresarial.