María José Villaverde

El más fuerte no es nunca lo suficientemente fuerte para ser siempre el amo, si no convierte su fuerza en derecho y la obediencia en deber.

Ceder ante la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad; es todo lo más un acto de prudencia.

Fin del Libro primero

II. Sobre las primeras sociedades

III. Sobre el derecho del más fuerte

V. De cómo es preciso remon

VI. Sobre el pacto social

Finalmente, entregándose cada uno a todos, no se entrega a ninguno y, como no hay ningún asociado sobre el que no se adquiera el mismo derecho que se cede sobre uno mismo, se gana el equivalente de todo lo que se pierde y más fuerza para conservar lo que se tiene.

VII. Sobre el soberano

VIII. Sobre el estado civil