vez que oigo las palabras de Reinhold Niebuhr — «Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia»— , pienso que son líneas que explican mejor que ninguna otra cosa lo que implica la aceptación con sabiduría. En un terreno así, tanto el agradecimiento como la compasión pueden echar raíces.