Este modo de pensar, en que todo es blanco o negro, no funciona, porque todas las partes de nosotros existen, y no podemos desear, sin más, que algunas no estén. Puedes enterrarlas y reprimirlas, pero antes o después reaparecen, a menudo a raíz de la decepción con una relación o de un problema de salud. La verdad es que necesitamos todas esas partes con el fin de experimentar el auténtico equilibrio en nuestras vidas