Se puede avanzar en la comprensión de tales tendencias, que surgen de ciertos entramados a través de la investigación sociológica-empírica, pero solo es posible abordar desde la propia razón y luego transmitir a la razón de los otros este tipo de tendencias de desarrollo cuando no se produce una identificación total con una de las unidades que integran la figuración. En otras palabras, la visión de la autonomía y la autosuficiencia de una figuración de esta naturaleza y de su dinámica inmanente no se abre a las personas que integran la cambiante figuración mientras estas estén aún emocionalmente en las disputas y conflictos que se derivan de la peculiaridad de la interdependencia en que están sumidas. Esta visión se hace accesible a las personas que integran la figuración solo cuando están en condiciones de distanciarse mentalmente de la figuración integrada por ellas mismas y, en consecuencia, también de sus tendencias de cambio, de su «necesidad», de las presiones que los grupos enfrentados ejercen unos sobre otros.