Un recorrido periodístico y poético, nostálgico y un grito más de justicia a la lucha contra el asesinato de los 43 de Ayotzinapa, específicamente Julio Mondragón. Con una escritura que no te deja indiferente este texto es un recordatorio de que Julio vive y la lucha sigue.
Este libro es duro, triste, pero necesario. En México, la justicia parece una utopía, una no alcanza a entender la saña con que torturan a un joven normalista, lo asesina, desuellan su rostro, y los procesos para conocer la verdad son tan lentos que frustran, y hacen que quieras gritar.
Nos faltan 43, Ayotzinapa en pie de lucha.