Ya dije que sabía que Fabián se estaba muriendo. Me lo habían confirmado La Petisa y Salvador, pero ni siquiera necesitaba que ninguno de los dos me lo aclarase: saltaba a la vista que mi marido tenía los días contados. Sin embargo quiero decir que nunca dejé de creer que podría curarlo.
Yo solita. Sin médico, ni quimio. Sin súper poderes. Sola con mi determinación. Como Batman. Es tan solo una aclaración, un comentario, pero sería mezquino no hacerlo, porque si no quien lea esto podría quedarse leyendo con la sensación de que yo comprendía las cosas y procedía en consecuencia. No era así, y por eso lo aclaro. Dicho lo cual ya podemos volver a la historia de cómo no pude hacer nada para salvar a Fabi