No decía que no hubiera existido, pero quién fue exactamente, qué persona fue ella..., era imposible de averiguar. No era posible determinar su identidad, dada la gran cantidad de mujeres que se llamaban igual en aquella época: Marguerite era uno de los nombres más comunes, y De la Rocque, como parece que se apellidaba, con o sin c delante de la q o incluso con ch, también era de lo más frecuente.