Jay Tatsay

Chakra raíz

Su centro se encuentra en el perineo, entre el ano y la vagina, o entre el ano y los testículos, e influye en las funciones de las gónadas sexuales produciendo esperma y óvulos, pero no tiene nada qué ver con la sexualidad como amor o deseo, y mucho menos como pulsión mecánica o psicológica del mismo, por más que favorezca la reproducción en sus mecanismos inconscientes e internos.

Tiene relación con la parte baja del organismo, desde las plantas de los pies hasta las caderas, ya que absorve la energía telúrica y la sublima en kundalini para llevarla hasta el chakra coronario y conectarse con el universo.

Chakra sacro

Su centro energético se encuentra situado en el ombligo, pero es perfectamente sensible en las glándulas suprarrenales, en las lumbares y en el primer grupo de abdominales, con gran influencia sobre los apetitos fisiológicos de nuestro cuerpo, como el hambre, la sed y el sexo, así como sobre funciones primitivas como la ira, el mal humor, la violencia y la fuerza, que puede excitar o apaciguar.

Chakra solar

Su centro energético se encuentra situado en la boca del estómago, o plexo solar, pero es perfectamente sensible en el hígado, páncreas y tejido linfático en general, y tiene influencia en toda su área física de músculos y huesos, así como en la vanidad y en la autoestima, en las excitantes mieles del triunfo y en las amargas hieles de la derrota, secretando dopamina o bilis, según el caso, y determinando muchas veces nuestro estado de ánimo, alegre o depresivo, de buen o de mal humor, más las cinco mil funciones orgánicas que realiza el hígado y sus vecinos del tejido linfático.

Chakra corazón

Su centro energético se encuentra justo a la altura del corazón y se siente con fuerza detrás del esternón, pero también sobre el corazón propiamente dicho, los pulmones y la glándula timo, que se refleja en el ritmo cardiaco y se nota mucho, sobre todo cuando hay taquicardia, debajo de la clavícula izquierda de nuestro organismo.

Chakra garganta

Su centro energético se encuentra situado en la garganta, justo en el hueco entre clavículas, pero es sensible también en las vértebras cervicales y en la nuca.

Incide tanto en el habla como en la absorción de minerales, en la respiración como en la degradación de los alimentos para que podamos asimilarlos, en la saliva y en las expectoraciones, en las amígdalas y en la protección contra elementos tóxicos, en la lengua, los dientes y la nariz, y el bulbo raquídeo, es decir, con el sistema nervioso parasimpático encargado de las funciones mecánicas de nuestro organismo, aquellas que hacemos de manera inconsciente, como respirar y secretar todo tipo de humores.

Chakra tercer ojo

Su centro energético se encuentra en el entrecejo, justo en medio de los dos ojos, pero también se le puede sentir en las sienes, los parietales, los oídos y la vellosidad de las patillas, y se puede excitar fácilmente, ya que es muy sensible y perceptivo.

La energía no se crea ni se destruye, simplemente se transmite y se transforma en fuerza y equilibrio.

Lunes, chakra raíz.

Martes, chakra sacro.

Miércoles, chakra solar.

Jueves, chakra corazón.

Viernes, chakra garganta.

Sábado, chakra tercer ojo.

Domingo, chakra coronario.

Aspecto masculino generativo

Luna nueva, chakra raíz.

Octavo creciente, chakra sacro.

Cuarto creciente, chakra solar.

Media luna creciente, chakra corazón.

Media luna y octavo creciente, chakra garganta.

Tres cuartos creciente, chakra tercer ojo.

Luna llena, chakra coronario.

Aspecto femenino creativo

Luna llena, chakra raíz.

Octavo menguante, chakra sacro.

Cuarto menguante, chakra solar.

Media luna menguante, chakra corazón.

Media luna y octavo menguante, chakra garganta.

Tres cuartos menguante, chakra tercer ojo.

Luna nueva, chakra coronario.

Un lugar tranquilo, limpio, sin colores llamativos, en silencio o con música relajante, con poca luz natural, sin olores agresivos y, en fin, un lugar de paz y armonía, lo que no siempre es fácil de conseguir, por lo que habitualmente una sala de masaje o una habitación fresca y tranquila es más que suficiente, de la misma manera que lo es un lugar donde la naturaleza sea la habitación principal, desde lo alto de una montaña, hasta las cálidas arenas de una playa con el vaivén de las olas marcando el ritmo del organismo.