Por mucho que observe el mar, nunca se encuentra al nivel del mar. Si ama, recuerda los amores literarios. Si viola, se asombra de no violar como en la literatura. Su cabeza está repleta de fantasmas.
Lleva consigo estos fantasmas a un hogar burgués. Nunca estará en sincronía con este hogar, ni el hogar con él. Pretende interesar a una gente que considera deformada, y los deforma para obligarlos a interesarle.