El modelo de mujer-que-se-queda-en-casa y el marido como único sostén de la familia empezó a cambiar con la Revolución Industrial y sufrió un cambio decisivo cuando las mujeres se convirtieron en mano de obra en la segunda guerra mundial. Una vez que las mujeres empezaron a trabajar fuera de casa, a ganar su propio dinero (aunque fuera menos dinero por el mismo trabajo), a explorar las oportunidades en la educación y en la carrera profesional, los roles de género y el matrimonio cambiaron.