Qué fuerte y hermoso libro. De verdad que la fuerza que Nona tiene al escribir y narrar no se compara con nadie. La política es una de esas cosas que, cotidianamente se dice que no hay que hablar de ella para no pelear. Yo creo lo contrario. Hay que hablarla, hablarla, hablarla y hablarla, involucrarnos, actuar. Estoy profundamente orgullosa de D y de todas esas personas que no se dejaron callar sólo porque les era más cómodo a otros.
Qué claustrofobia recordar el encierro, los miedos, la incertidumbre, a través de este libro tan personal de Nona.
Parece que fue ayer cuando estuvimos encerradas a la espera de una vacuna… Fueron días complejos llenos de incertidumbre, miedo, desinformación pero con la certeza de que los vínculos salvan.
Logramos salir de ahí, no completas, no todas, no necesariamente mejores, pero salir…