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Martín Caparrós

  • Alfonso Velascohas quotedlast month
    Una idea que nunca había pensado y que de pronto, eufórico, levemente incrédulo: existen situaciones, territorios en que cada uno parece estar haciendo justo lo que quiere. En general están escondidos, porque las personas no suelen hacer lo que quieren y nadie quiere que hagan lo que quieren y quizás hay personas que se pasan la vida sin saber que existen.
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    Nito dice, entonces:
    –¿En serio?
    En lugar de decir, como querría:
    –¿Pero cómo carajo te creés que vamos a hacer para convencer a todos esos muertos?
    Porque, pese a todo, sabe que muchas veces las cosas que querría decir no son del todo razonables. Sabe, en este caso, sin ir más lejos, que si le dijera convencer a todos esos muertos, Carpanta lo llamaría delirante, infradotado o quizá rastacuero porque los muertos –él lo sabe, cualquiera lo sabe– son los sujetos más increíblemente testarudos: que nadie es más difícil de convencer que un muerto
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    Cuando nací llovía, y a nadie le importó. Aquel día, en verdad, a nadie le importaba nada, o eso decían: era un día en que convenía mostrar a quien quisiera verlo que a uno no le importaba nada más que la gran muerte del año, de la década, del siglo: esa mañana, mientras yo nacía, se murió Juan Perón, y todos querían mostrar a quién sabe quién que nada más podía importarles.
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    Hay días en que los habitantes de un país se refocilan en su pena porque su pena los une, los amucha, los agolpa, les da la sensación de que, por un momento, pueden dejar de lado rencores y rencillas y reconocerse en un sentimiento compartido que los hace sentir un poco menos solos –y bastante más probos. Así que los habitantes aprovechan cada oportunidad –que no son tantas, la tragedia tiene que estar a la altura y, por definición, una gran tragedia es algo que sucede cada tanto– y sufren todos juntos.
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    ¿No es bella la idea de un país entero pensando en lo mismo? ¿No es una de las mayores cimas que nuestra civilización puede alcanzar? ¿No es exaltante y triste y exaltante al mismo tiempo haber sido parte y no haber sido parte de semejante fenómeno, quiero decir: haber sido uno de los muy raros que estaban en el agua y no fueron tsunami? ¿No sería, para alguien que creyera en tales cosas, algo así como una marca del destino?
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    Nos quieren convencer de que formamos parte de grandes conjuntos –una comunidad, una ciudad, un gremio, un país, la humanidad– y después resulta que cuando uno hace algo tan decisivo como nacer le importa a siete u ocho.
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    yo, excrecencia reciente, dormitaba contra el cuerpo que tan poco antes me había contenido. Yo no entendía –faltaba tanto para que entendiera– qué estaba haciendo de este lado de su piel y su grasa; por suerte tampoco me lo preguntaba.
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    –Sí, mirá que venirse a gamba desde Lanús Este.
    Porque Bobby sí que se había quedado en Lanús Este; no como mi padre, pobre alma del señor, víctima de ambiciones que nunca fueron suyas.
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    La decencia, en general, es cuestión de falta de imaginación o de pereza
  • Rafael Ramoshas quoted2 months ago
    Es fácil ser decente cuando te cuesta cuarto de cuernitos; de allí en más se hace más y más difícil, hasta que llega al punto en que cada cual encuentra su temperatura de fundido. Si no hay metal que resista el calor pertinente, ¿por qué habría hombres o mujeres? Es –si existen tales cosas– una de esas verdades innegables; sabiéndolo, ¿no es preferible ahorrarse el fuego de decenas, cientos de grados celsius, y fundirse sin tanto despilfarro?
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