La duración de los sonidos en música depende de una pulsación de referencia a la que llamamos compás. Esta pulsación se corresponde con el movimiento del pie, que en la música popular se utiliza para mantener un ritmo constante o, de forma más exacta y segura, con el metrónomo. Se trata de un aparato que produce golpes regulares y bien marcados, de tal forma que se pueden escuchar incluso mientras se toca un instrumento y que permiten mantener con seguridad el ritmo correcto que corresponde a esa pieza. El metrónomo lleva un dispositivo para regular la velocidad del golpe.