Vista por fuera, la casa de Tortuga es independiente. Solo tiene un piso; no hay vecinos ni arriba ni abajo, nadie molesta. Tampoco tiene cimientos, descansa directamente en el suelo.
El tejado está hecho de sesenta tejas taraceadas de color oscuro.
El baño está fuera.
La casa de Tortuga también es su tumba.
La lleva consigo a cada paso. La habita en vida.