La cabeza de mi padre

Volví a la cama pensando que el día que se quemó mi hermana también se quemaron mi mamá y mi papá por dentro.

Mis hermanos y yo cantamos canciones de Juan Gabriel en el karaoke, cenamos y nos divertimos jugando como cachorros en el patio.
No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor.

No sé de qué depende la fortaleza de espíritu, no sé dónde radica la resistencia del alma, no entiendo por qué hay tragedias que reducen a estados miserables a algunas personas mientras que otras se imponen a ellas y no sólo las superan, sino que las transforman en estados luminosos.