—Kirk es siempre solo Kirk, lo que hace que me pregunte si…
—Guau. —Abre los ojos dramáticamente—. ¿No estaré yo siendo atacada? ¿En mi propia casa?
—No. Solo…
—¿En mi propia mesa?
Niego con la cabeza.
—No, es que…
—¿Sentada en mi propia silla, que me encontré en la acera y que tenía chinches y quizá aún las tenga?