El cielo vacío

Los especialistas en ciencias sociales suelen distinguir tres tipos de soledad: la soledad emocional (sufrimiento por no poder compartir tus sentimientos más profundos con alguien); la soledad social (estar desconectado socialmente); y la soledad existencial (sentirse perdido).

La soledad casa bien con la muerte aparente de la naturaleza, pero a veces se hace pesada. Echo en falta a la gente, pero la soledad me ha vuelto tan sensible como si mi alma estuviera desollada».

En palabras del filósofo Paul Tillich, «la palabra solitude expresa la gloria de estar solo, mientras que la palabra loneliness expresa el dolor de estar solo».

Los humanos somos, se supone, los únicos animales que se dan cuenta de que están vivos.

autoconciencia» y «autodescubrimiento» pueden resultarnos útiles, por así decirlo. Pero siempre y cuando recuerdes una cosa: ese yo tuyo es una «nada». Es un agujero negro.

La conciencia es más bien una palabra que designa el punto de contacto entre el mundo y tú. Sin conciencia, no hay mundo, pero tampoco hay un yo.

Siempre tienes que comunicarte de una determinada manera que, inevitablemente, corre un velo más o menos tupido sobre tus intenciones desnudas. La inmediatez perfecta es imposible.

Las cosas más insignificantes se le hacían un mundo.

A nadie le gusta sentirse desconectado, pero estar solo no tiene por qué ser un sufrimiento.

el hombre es como un rehén ante la mirada del otro: un «objeto para todos los otros hombres vivientes, arrojado en la arena bajo millones de miradas».