Ayapampa es un lugar perdido en el generoso interior de la provincia de Salta, en el que la maravillosa casualidad con la que los hechos se disponen, ocupa en la novela el centro de una historia conmovedora. Reúne, a partir de una vida malograda por la intolerancia, a cientos de otras que pudieron redimirse tras conocerse un secreto oculto durante muchos años. En una novela polifónica, apelando a las más diversas voces, Adriana Saravia Navamuel celebra— con la delicadeza con la que tratamos a los viejos objetos que nos recuerdan vidas, rostros y momentos perdidos— la convocatoria que tiene una verdad fragmentada, que se construye a la par de un país, desde un pequeño pueblo y desde una historia simple y prodigiosa, como la vida misma.