Clara Janés

María Zambrano. Desde la sombra llameante

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  • Ana Saenzhas quoted7 days ago
    Llegar a semejante estado me pareció, desde niña, la meta óptima. Por esta causa, a veces, me levantaba cuando aún era de noche y salía al jardín a ver los astros y la oscuridad, mientras los demás dormían. Por esta causa fue precoz mi experiencia del alba y, más adelante, sentí el alba como resurrección o amor.
  • Ana Saenzhas quoted7 days ago
    Ese astro, rumor para María, cruzado por el tiempo, es decir, orientado a la muerte, lleva a Diótima a sentirse sumida en la oscuridad y a considerar la vida como un mar. Se diría que la envuelven velos diversos, como a la Voluntad Suprema hindú, antes de que se originara la vibración primera que lanzó a Shiva a la danza cósmica. Diótima oye entonces la canción del agua e inicia el canto y la música se adueña de ella y es penetrante como la herida. En su soledad, una noche, una única noche, la sacerdotisa siente que alguien ama a su alma errante, y el que la ama, el amante, la conduce «hasta el borde mismo del alba»303 y, entonces, la envuelve un olor a violetas.
  • Ana Saenzhas quoted7 days ago
    Ir hacia lo desconocido era lo natural en María y, como consecuencia, avanzaba por un camino indescifrable. En esa senda oscura, halló pronto el enigma de la ebriedad y entendió que, desde el fluctuar, se puede emprender el vuelo. Por ello no se apartaba de la poesía y enraizó su pensamiento en la «razón poética».
  • Ana Saenzhas quoted7 days ago
    María hablaba y me envolvía en su voz como en un círculo mágico, y yo dejé fluir la mía relatándole mi experiencia: cada día me despertaba la luz de la estrella de la mañana. Subyacía en nuestras palabras un enigma compartido: la fuerza del cosmos nos conducía sin más al interior del verso de San Juan de la Cruz: «en par de los levantes de la aurora», de modo que vivíamos el alba como resurrección e intuíamos que las palabras del místico islámico Hal.laj: «El alba del Amado se ha levantado en plena noche, resplandece y ya no tendrá poniente»284 se encarnaban en la naturaleza. El cuerpo de ese Amado era acaso, precisamente, la luz –que Sohrawardi definió como lo único visible por sí mismo– o aquel rumor, el rumor de la vida que nace.
  • Ana Saenzhas quoted7 days ago
    «Ellos, los mundos creados, nacieron de la luz y del sonido»283, leemos en De la Aurora . Con esta frase resume María Zambrano las tradiciones más remotas, desde el bíblico «hágase la luz» hasta el cuerpo de soplo creador de los indios Wyoming o el aliento primordial de los hindúes, vibración de la que surge el «deseo de ser», gracias al cual Shiva, la realidad absoluta, se expande e inicia la danza cósmica, con el tambor de la protopalabra en una de sus manos y en otra el fuego destructor. En ese incesante morir-nacer que es la vida, luz y sonido siguen en perpetua génesis, poiesis, poesía...
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