Imaginemos que somos nosotros esa chica que va con pantalón corto y no encaja en los cánones de belleza actuales. ¿A quién preferiremos cruzarnos por la calle? ¿A la persona que elige el camino difícil y se autoeduca para respetarnos o a quien elige el camino fácil y, por ello, nos juzga y critica? Evidentemente, la primera opción. Pues de eso se trata, de convertirnos en el tipo de persona de la que nos gustaría rodearnos.