Cuarta y última parte de El Yoga Supremo, acompañada del apéndice Así habló Vasistha. “Uno obtiene lo que merece y cuando lo merece”. — “Yo no soy, ni hay otro, ni tú ni estos existen; no hay ni mente ni sentidos. Solamente es una, la pura conciencia. Nada en los tres mundos jamás nace o muere. Solo existe la infinita conciencia. No hay ni unidad, ni diversidad, ni confusión, ni ilusión. Nada perece y nada florece. Todo, hasta la energía que se manifiesta como deseo y como ausencia de deseo, es tu propio ser”. Prólogo y traducción de Miguel Córdoba. Coedición digital El Peregrino Ediciones, eLibros Editorial.