Desde la perspectiva del autor, entre los zapotecos sureños el Rayo es una entidad múltiple, polisémica; regente de la lluvia y encargada de fecundar la tierra; dueña del monte, de los animales y de las plantas. El Rayo o Cocijo, como se le ha registrado desde principios del periodo novohispano, al igual que otras deidades de la lluvia mesoamericanas, es a la vez benevolente y colérico, hídrico y telúrico, tempestivo e intempestivo, acuático e ígneo.
Siendo la región zapoteca del sur una de las menos conocidas dentro del ámbito de los estudios antropológicos de Oaxaca y de México, este libro documenta la cosmovisión de los habitantes de esas comunidades en torno al Rayo.