Mi sorpresa no se debía solo al olor. ¿Qué hacíamos los miembros de una tribu mien, unas setas japonesas de alto valor gastronómico y yo misma en un devastado bosque industrial de Oregón? Yo llevaba ya bastante tiempo viviendo en Estados Unidos sin que hubiera oído hablar siquiera de ninguna de aquellas cosas. Pero ahora el campamento mien me llevó de regreso a mi anterior trabajo de campo en el Sureste Asiático, mientras que la seta despertó mi interés