Con cuidado le observó de refilón y se asustó al descubrir de repente y por primera vez, en la forma en la que el niño apretaba los labios, una semejanza con su marido cuando se excitaba o enojaba. Y le resultó molesto que precisamente en aquel momento en el que se proponía tener una aventura a escondidas le recordaran a su marido. Como un fantasma, un centinela de la conciencia,