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Ray Bradbury

La Feria De Las Tinieblas

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  • Klau Vázquezhas quoted3 years ago
    Demasiado tarde comprendí que no es posible esperar a ser perfecto, que hay que salir a la vida y caerse y levantarse como todo el mundo.
  • Klau Vázquezhas quoted3 years ago
    veces el hombre que parece más feliz, el de la sonrisa más ancha, es quien lleva la mayor carga de pecado. Hay sonrisas y sonrisas. Aprende a distinguir la variedad oscura de la variedad clara.
  • Klau Vázquezhas quoted3 years ago
    Eso es la amistad, jugar al alfarero y ver qué formas se pueden sacar del otro.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    Porque, pensó, es una hora especial. Las mujeres nunca despiertan a esa hora. Ellas duermen con el sueño de los bebés y los niños. ¿Pero y los hombres de mediana edad? Conocen bien esa hora. Oh, Dios, la medianoche no es grave: uno se despierta y duerme de nuevo. La una o las dos no son graves: uno se revuelve en la cama pero al fin se duerme otra vez. A las cinco o a las seis de la mañana hay esperanzas, pues el amanecer está justo debajo del horizonte. ¡Pero las tres, Cristo, las tres de la mañana! Los médicos dicen que el cuerpo está en bajante a esa hora. El alma está afuera. La sangre se mueve lentamente. Sólo en el momento de la muerte está uno más cerca de la muerte. El sueño es imitación de la muerte, ¡pero estar con los ojos abiertos a las tres de la mañana es estar muerto en vida! Uno sueña entonces con los ojos abiertos Dios, si uno tuviera fuerzas para despertar del todo, ¡acabaría con esa duermevela a balazos! Pero no, uno se queda allí en el fondo de un pozo insondable y seco. La luna pasa y te echa una mirada, con cara de idiota. La puesta de sol ha quedado muy atrás, el amanecer está lejos aún, de modo que uno pasa revista a todas las imbecilidades en que cayó alguna vez las encantadoras tonterías cometidas con amigos tan queridos y que ahora están tan muertos... ¿Y acaso no era cierto, no había leído él en alguna parte que los enfermos de los hospitales mueren a las tres de la mañana más que a cualquier otra hora
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    Dulcemente exhalaban el aire, que olía a antiguas bestias amarillas.

    Pero sólo la luna miraba esos huecos de oscuridad, las profundas cavernas. Afuera, unas bestias nocturnas colgaban a medio galope sobre un carrusel.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    ¡Pero el silbato de este tren!

    El llamado resumía los lamentos de toda una vida, de otras noches y otros años ociosos; un aullido de perros que soñaban a la luz de la luna, vientos helados como ríos que se escurrían por las telas de alambre en los porches de enero y paraban allí la sangre, un llanto de mil sirenas de incendio, o algo peor, jirones deshilachados de aliento, protestas de un billón de muertos y moribundos que no querían estar muertos, y gemían y suspiraban entristeciendo la tierra.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    Sí, son ellos los que me hacen llorar, los trenes que van hacia el este, hacia el oeste, esos trenes que se hunden en los campos, ahogados en esas mareas de sueño que desbordan de las ciudades.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    mientras lejos, en el campo nocturno, jadeando, agitándose, iba este tren funerario de vagones negros, jaulas color regaliz, y un órgano cubierto de hollín que clamaba tocando a la vez tres himnos perdidos y distintos, en un tren que quizá no existía.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    —¿Para qué más gente? La gente se muere.
  • Guadalupe Francohas quoted3 years ago
    Dios no ha muerto, ni duerme;

    el mal cede, el bien prevalece,

    y hay paz sobre la tierra

    para los hombres de buena voluntad.
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