Uno nunca desconfía lo bastante de la gente de tu clase, la gente supuestamente inofensiva que lo reduce a uno a una sola frase. Gente que lo enfrenta a uno consigo mismo de la peor manera, sin que les hayan pedido nada, sin que les hayan concedido el privilegio de la menor familiaridad, y que se aprovechan de la debilidad de uno para demolerlo.